Pablo e Irene lo tenían todo calculado.
En enero de 2017, Unidos Podemos pidió en el Congreso igualar los permisos de paternidad y maternidad, es decir, que tanto el padre como la madre pudieran disfrutar de 16 semanas de permiso. La proposición de Ley fue presentada en el Congreso y pretendía hacerlos intransferibles entre los progenitores. En su propuesta, que parte de la plataforma PPIINA (Plataforma por los Permisos Iguales e Intransferibles), se preveía un calendario para la implantación progresiva de la medida hasta el año 2022, con un coste anual de 200 millones de euros al año.
La medida, a pesar de contar con la mayoría de apoyos en el Congreso, fue vetada por el Gobierno del Partido Popular, según explicaban porque el sobre coste la hacia inviable. Posteriormente el Partido Popular pactó con Ciudadanos ampliar el permiso de paternidad a cuatro semanas en vez de las dieciseis propuestas por Podemos. Esta última modificación a cuatro semanas también se encuentra bloqueada a la espera de aprobar los presupuestos.
Estaban todo el día «dale que te pego» y no usaban métodos anticonceptivos, en el partido estamos seguros que estaban buscando el embarazo. Nos extrañó mucho la propuesta de ampliar el permiso de paternidad a 16 semanas, pero Pablo se empeñó.
Hoy hemos sabido que Pablo Iglesias e Irene Montero van a ser padres de mellizos, y según hemos podido saber de fuentes muy bien informadas, cuando Podemos presentó la proposición de Ley, Pablo e Irene ya estarían buscando el embarazo, por lo que, posiblemente la proposición presentada por los Podemitas no perseguía otro fin que el que su macho alfa y su consorte pudieran disfrutar de unas magnificas vacaciones de cuatro semanas pagadas por todos los españoles.