Se le acusa de estafa continuada al haber aprovechado su perfil con comida ‘fake’ como plataforma para conocidos anunciantes de marcas internacionales de alimentación que abonaron importantes sumas de dinero.
Si bien estamos ampliando la información, la noticia ha corrido como la pólvora ante lo que parece la noticia del año en Instagram y es que un afamado perfil de esta red social habría sido cancelado y las autoridades policiales puesto a su propietario a disposición judicial ante la sospecha de que las fotos que incluía a diario en su cuenta eran de platos de comida falsa.
Las sospechas se empezaron a convertir en certezas ante los continuos viajes del propietario de la cuenta a Japón que, como bien es conocido, es el principal productor de comida de plástico del mundo.
Dicho honor del país nipón se debe a que todos sus restaurantes presentan en los escaparates comida con un aspecto incomparable y no caduca dado que dichos ‘platos‘ son realizados con productos derivados del petróleo.
De esta forma el conocido ‘instagramer‘ traía en cada viaje al país asiático un buen puñado de ingredientes y productos comestibles que servían de inspiración para sus montajes posteriores en Instagram en el que siempre se le veía sonriente y maravillado ante aquel nuevo plato que el presunto ciberestafador iba a comerse y del que nadie podía sospechar de su incomestible composición.