La población reclusa aumentaría considerablemente.
Según un estudio muy serio hecho en una Universidad de primera, en una España imaginaria en la que de pronto el partido que hoy gobierna perdiera el poder, serían necesarias al menos tres nuevas cárceles para meter a todos los corruptos que actualmente están fuera, bien porque se alargan injustificadamente los procesos judiciales o porque los casos prescriben.
El Partido Popular, que actualmente cuenta con casi 1000 imputados, y que actualmente gobierna con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE, sería el partido más afectado, y si perdiera el poder, sin la capacidad que tiene hoy en día, y que no dudan en ejercer, de cambiar a jueces molestos y manejar a la Fiscalía, serian bastantes los que acabarían en el trullo por sus mangancias.
Este estudio también ha detectado importantes diferencias en la velocidad de actuación de la justicia según el tipo de delito. Contar un chiste sobre Carrero Blanco o hacer un rap diciendo algo del Jefe de Estado al que no vamos a nombrar, por si acaso, son los delitos que se resuelven antes, mientras los delitos relacionados con mangancias de dinero público y sobre todo cuando están involucrados políticos o grandes empresarios, los más lentos y eso si se resuelven.