Así lo demuestran las fotografías a las que ha tenido acceso nuestro darío demostrándose, por tanto, que las fotos que ayer se publicaron no eran más que un burdo montaje de expertos en diseño independentistas.
De momento se desconoce la marca de la camiseta aunque bien podría haber sido comprada en un «chino», tendencia cada vez más marcada entre los españoles de bien dada la situación económica que están provocando las políticas de Pedro Sánchez.
Se desmonta por tanto la teoría conspiranoica que afirmaba que este joven trabajador español llevaba una camiseta con ideología nacionalsocialista.
Es por tanto claro que el objetivo de los agresores era esta persona por su condición de «español de bien» y pacífico y que no tuvieron más objetivo que manchar su bonita camiseta de «Gelou Quity».