El portavoz de Facua cerrará el acto con un número musical.
La ‘España Ciudadana’, el movimiento que supera a sus propias siglas presentado en Madrid hace dos semanas, vuelve ahora a Málaga para lanzar un mensaje a los que quieren romper España, y lo hace con fichajes y renovaciones de campanillas, que, cuentan fuentes de la formación, no serán los últimos.
Al acto de Málaga vuelve el Nobel Mario Vargas Llosa, el hispano-peruano que siempre se activa y se pone «palote» cuando llega la amenaza del nacionalismo. Ciudadanos también ha incorporado al mejor seleccionador nacional de baloncesto que ha tenido España en su historia, Javier Imbroda.
Otras personalidades que apoyan a la España Ciudadana son el empresario Kike Sarasola, dueño de algunos de los hoteles más pijos de Madrid, y que debe Hacienda, que sepamos, por lo menos 4.103.965 euros por culpa de su empresa Hipódromos y Caballos SA.
La cantante Marta Sánchez, que cobró por su desnudo de Interviú 15 millones de pesetas en negro en una bolsa de El Corte Ingles (no se puede ser más patriota) y denunció después a esta misma revista por el impago de esos 15 millones y perdió, pero que ha puesto una letra maravillosa a nuestro himno, también apoya estos actos.
La última incorporación a La España Ciudadana es el activista de izquierda, portavoz de Facua y autor del libro Timocracía, Rubén Sánchez que parece haber tomado la buena senda después de haber coqueteado con la extrema izquierda, los bolivarianos, los independentistas y los proetarras y que según hemos podido saber podría dar una charla sobre los partidos-fraude que se apropian de las propuestas de los demás partidos y los que usan los ultra nacionalismos para arañar votos.
Los sectores más críticos consideran que la presencia de Rubén Sánchez en el acto de patriotismo es una autentica provocación, tachan al portavoz de Facua de podemita infiltrado y le acusan de ser un admirador de lideres como Stalin, Maduro, Kim Jong-un, Fidel Castro o el malo de el Inspector Gadget