Una excocinera de Irene Montero, ha demandado a la lideresa de Podemos por el trato laboral «discriminatorio» recibido por la número dos de Unidas Podemos después de que ésta la obligara a hacer la comida a pesar de estar contratada como cocinera.
La empleada aseguró en un diario de la competencia que cuando la contrataron como cocinera nadie le dijo que tendría que cocinar y que Montero la obligó “de manera recurrente” a que hiciera la comida y la cena para toda la familia.

Además, según dijo la empleada, la obligaba a madrugar teniendo que estar en el casoplón de Galapagar antes de las doce de la mañana y todo por un misero sueldo de unos 3000 euros brutos al mes.
La empleada cuenta en su denuncia la escalofriante experiencia de tener que pelar dos kilos de patatas porque los señores de la casa se encapricharon de comer unas patatas fritas con huevo y de como el aceite salpicaba todo e incluso se llegó a manchar el delantal.