Los serenos de Carmena actuarán como «confidentes» para el «estricto cumplimiento» de las ordenanzas municipales por parte de hosteleros y comerciantes.
A partir del 2019, Madrid volverá a contar nuevamente con la presencia en la calle de los serenos, suprimidos en marzo de 1976, cuando era alcalde García Lomas. En la primera fase de su retorno entrarán en funcionamiento 360 hombres y mujeres, veinte por distrito, además de ochenta bicicletas-patrulla, cuatro por distrito, con otros ochenta hombres y mujeres. Definitivamente, los serenos, que irán en patrullas de a dos, no llevarán armas de fuego, sino sprays paralizantes y porras, y se ayudarán en su trabajo con emisoras portátiles que estarán conectadas a las emisoras de la Policía Municipal.
La primera promoción de «Vigilantes Nocturnos de Madrid» como se denominaran oficialmente, ya estaría en fase de selección y tendrían todo un año por delante para su formación en la Academia de la Policía Local de la Comunidad de Madrid. Los cursos de formación incluyen aspectos como primeros auxilios y socorrismo, prevención de incendios, ordenanzas municipales, legislación en general y defensa personal y prevención de riesgos laborales.
Su horario de servicio se extenderá entre las once y las siete de la mañana y su misión no consistirá, como antaño, en abrir portales, sino que su cometido será de vigilancia, poniendo en conocimiento de los coches-patrulla de la Policía Local cualquier hecho que pudieran detectar. Los vigilantes nocturnos irán a pie o en bicicletas especialmente equipadas y en patrullas de a dos.
Todo esto es un invento de la yaya Carmena para convertir Madrid en su pequeño feudo comunista totalitario.
Serán los encargados de vigiar que las terrazas, los bares y cualquier comercio o empresa de las zonas bajo su vigilancia cumplan con las normativas municipales, denunciando cualquier incumplimiento que pudieran detectar. Algunos hosteleros comerciantes ya han mostrado su descontento alegando que Carmena lo que pretende es perjudicar al pequeño y mediano comerciante, tradicional votante del Partido popular friéndoles a multas».
