Poco a poco, así nos está robando la comunista Navidad Manuela Carmena.
Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, ha felicitado la Navidad a los madrileños el pasado año a través de un vídeo difundido en el que hizo referencia a una fiesta «cristiana», pero cuyo valor ha trascendido, hasta convertirse en una «fiesta de la solidaridad». Carmena, que encabeza el gobierno municipal de Ahora Madrid, la confluencia de fuerzas vinculadas a Podemos, transmitió su felicitación navideña por Twitter. Además ha dirigió su mansaje a los niños refugiados, y ha denunció la «insensibilidad de las grandes políticas, que no nos dejan tenerlos aun con nosotros», todo esto ha pasado hace casi un año y aun no se ha llevado a ningún niño refugiado a su casa si tanto le gustan.
Eliminar los belenes por decreto o cambiar la celebración de la Navidad por «las fiestas del solsticio de invierno» son algunas de las medidas estrella de los nuevos partidos populistas rojos-bolivarianos de izquierda, que además desean romper España y que gobiernan en muchas ciudades españolas, como Cádiz, Santiago de Compostela o Barcelona.

Manuela Carmena en Madrid, por su parte ha decidido hacerlo poco a poco, al reducir, por ejemplo, el pesebre en el Palacio de Cibeles a la mínima expresión. Donde antes había treinta figuritas ahora hay veintiocho, ¿habrá veintiséis el próximo año?, no lo dudes, nos están robando la Navidad, poco a poco, para que no nos demos cuenta.
Como muestra el pasado año, Carmena montó un nacimiento de apenas ocho metros cuadrados semiescondido en el ayuntamiento: la Sagrada Familia (paloma incluida), los Reyes Magos el buey, la burra, y ojo a esto ¡¡solo 20 pastores!!, ¿pero que mierda de belén tiene solo 20 pastores?.
Solo se tardó dos horas en montarlo, una vergüenza, frente a las 200 figuras de la plaza de la Villa y las mil de la Puerta del Sol, que ase tardo dos y tres días en montar respectivamente.
Otra de las medidas de Carmena para acabar con la tradición de la Navidad, como buena comunista que es, ha sido cortar la Gran Vía para dificultar que los madrileños puedan ir a comprar sus regalos. Todo el mundo sabe que una navidad sin regalos, no es una navidad normal, y de paso arruina a los «empresarios burgueses» dueños de los comercios, muy comunista todo.