J.P.H de 23 años, natural de Palamós, tuvo que acudir a urgencias el sábado por la noche tras enredarsele la ropa interior de su novia en el piercing de la lengua.

J.P.H. y su novia estaban en casa de él, cuando empezaron la fase previa a mantener relaciones sexuales. En un momento de desenfreno J. trató de quitar el sujetador de su novia con los dientes, y tras dos intentos y conseguirlo, vió que incluso le había resultado más fácil de lo que habitualmente le resultaba con las manos, con lo que se vino arriba y trató de quitar las bragas de su novia con la boca también.
El caso es, que J. lleva un piercing de plástico, con forma de pastilla, desde hace un par de años en la lengua, y tras tenerlo tanto tiempo, está un poco deteriorado. Uno de los laterales del piercing se quedó enganchado con la ropa interior de su novia y tras varios intentos no pudieron liberarlo. Quitar el piercing desenroscandolo era imposible puesto que la tela impedía moverlo, y su novia se negó en rotundo a cortar la tela debido al alto precio de la ropa interior. Al final, decidieron acudir a urgencias.
J.P.H. introdujo toda la braga de su novia en la boca, y entraron a urgencias. Intentó de la manera más cómica explicar a los auxiliares como había pasado todo y que bajo ningún concepto quería que cortaran la prenda.
Tras 7 horas, entre la espera y el trabajo de los médicos, pudieron liberar la prenda, para lo que al final tuvieron que cortar el piercing, por la barra y extraer la parte superior con las bragas y la inferior.